[Atención: este artículo contiene spoilers del episodio San Junipero (04×3) de Black Mirror]
Imagina que caer gravemente enfermo o morir no es el final, sino un nuevo inicio. Que existe un lugar donde puedes ser tú mismo, en una sociedad que te acepta tal y como eres. Una realidad virtual con más de lo primero que de lo segundo.
Bajo estas premisas se presenta San Junipero, uno de los capítulos más aclamados de la popular serie Black Mirror y cuyo rodaje tuvo lugar ─como bien pueden imaginar aquellos que la hayan visitado─ en Ciudad del Cabo.
Black Mirror, la serie de la que todo el mundo habla
Para quien no conozca esta serie, Black Mirror es una producción británica que, a través de Netflix, se ha convertido en una referencia a nivel internacional. En palabras del creador de la serie, Charlie Brooker, “cada episodio tiene un tono diferente, un entorno diferente, incluso una realidad diferente, pero todos son acerca de la forma en que vivimos ahora y la forma en que podríamos estar viviendo en 10 minutos si somos torpes”.
Cada episodio está ambientado en un posible futuro dominado por la tecnología y, en su mayoría, muestran futuros devastadores para el ser humano. Pero dentro de este “pesimismo tecnológico”, San Junipero es la excepción: nos muestra como los avances científicos también pueden crear un futuro mejor, ayudar a las personas que lo necesitan y ser capaces de formar finales felices.
O incluso, en este caso, finales que no llegan nunca.
San Junipero: el cielo es un lugar en la tierra
Precisamente por su optimismo y felicidad, este es uno de los capítulos favoritos de los seguidores de la serie. La historia se centra en San Junipero, una ciudad ficticia ambientada en la costa californiana de los años 80. Es allí donde Yorkie (interpretada por Mackenzie Davis) y Kelly (Gugu Mbatha–Raw) se conocen e inician una relación amorosa que captura al espectador. Hacia la mitad del capítulo se va descubriendo que San Junipero está ubicada en una realidad virtual basada en las terapias de nostalgia.
Es por ello que ancianos, enfermos terminales y personas fallecidas son los habitantes de este lugar. Sin embargo, los primeros y los segundos solo pueden permanecer allí durante cinco horas, mientras que los ya fallecidos son aquellos que han decidido establecerse en San Junipero tras dejar atrás su vida en el «mundo real».
La carga emocional de este episodio pone un especial foco en el plano visual, dejando una cuidada fotografía y un gran recuerdo estético al espectador. Esto ayuda a la trama argumental de la historia, que transcurre entre el amor de las protagonistas, las innovaciones tecnológicas y los dilemas internos de cada una de ellas. La canción con la que termina el episodio, Heaven Is a Place on Earth («El cielo es un lugar en la tierra») da el cierre perfecto a esta historia.
San Junipero en Ciudad del Cabo
Tucker’s
Las primeras escenas muestran un bar que nos transporta automáticamente a los años 80, tanto musical como estéticamente. Aquí es donde las dos protagonistas del capítulo, Kelly y Yorkie, se encuentran por primera vez. El Tucker’s existe y se ubica en el barrio de Observatory, un lugar conocido por su ambiente estudiantil y alternativo.
Además, el callejón trasero de ese mismo bar, donde ambas tienen una intensa conversación bajo la lluvia, está grabado en el centro de la ciudad.
Camps Bay y la casa de la playa
Algunas de las escenas más impactantes ─ visualmente hablando─ de este capítulo ocurren cuando el día está a punto de terminar, con las increíbles vistas del mar y Table Mountain al fondo. Todo el que haya estado en Ciudad del Cabo reconocerá este lugar como Camps Bay, una de las zonas costeras más populares de la región.
No muy lejos de allí se sitúa Maiden’s Cove, un lugar conocido por sus instalaciones para realizar braais (la tradicional barbacoa sudafricana) y donde Yorkie arranca su descapotable rojo. Su trayecto recorre Lighthouse Road y Witsand Beach: imagina alquilar tu propio coche y sentirte como una de las protagonistas del capítulo, sintiendo la brisa marina en tu rostro.
Waterkloof Wine Estate
La residencia en la que está interna una de las protagonistas ─y donde se desarrolla parte de la acción, especialmente hacia el fin del capítulo─ también existe en la realidad, aunque con una función muy diferente. Bajo el nombre de Waterkloof Wine Estate, se trata de una de las muchas fincas vinícolas que se pueden encontrar en los alrededores de Ciudad del Cabo.
Table Mountain y Lion’s Head
Aunque no componen un escenario como tal, las icónicas Table Mountain y Lion’s Head aparecen de fondo en varios frames del capítulo. Ambas son visitas obligatorias para cualquiera que visite Ciudad del Cabo y ofrecen unas increíbles panorámicas de la ciudad.
Amor lésbico e interracial
Parece que en las grandes producciones todavía se siguen fomentando los roles y relaciones de pareja clásico. Este episodio de Black Mirror rompe con ello, creando una bella historia de amor entre dos mujeres de distinta raza. Lo hace, además, en Ciudad del Cabo: una de las capitales gay más conocidas del mundo, con una gran oferta para este tipo de turismo.
La «ciudad madre» también es conocida por haber superado el terrible régimen de Apartheid bajo el que Sudáfrica estuvo gobernado hasta principios de los 90. En la actualidad diferentes etnias, razas y nacionalidades conviven en armonía en esta ciudad.
«Caída en picado», también en Ciudad del Cabo
Otro de los episodios de esta tercera temporada de Black Mirror, «Caída en picado«, también fue grabado en Ciudad del Cabo. En este caso la trama se centra en una sociedad basada en las puntuaciones que cada persona recibe a través de las redes sociales y en cómo las opiniones de otros pueden afectar tanto a la vida personal como a la profesional.
¿Quieres visitar San Junipero?
Imagina ver el atardecer desde las mágicas playas de Camps Bay, recorrer las mismas carreteras que Kelly y Yorkie, contemplar ─e incluso subir─ Table Mountain y Lion’s Head o vivir en primera persona la vida nocturna de Observatory o Long Street. Ponte en contacto con nuestros consultores y visita Ciudad del Cabo, un lugar que poco tiene que envidiar al San Junipero de Black Mirror.