Hay muchas formas de vivir un safari. Recorrer las eternas llanuras del Serengueti te ofrecerá, por ejemplo, unos paisajes y una fauna distinta a la que puedes encontrar en el delta del Okavango o en el Parque Nacional Kruger. La época del año en que lo hagas también influirá en tu experiencia africana.
Pero hoy nos vamos a centrar en las diferencias entre una reserva natural ─como el Parque Nacional Kruger (Sudáfrica) o la Reserva Nacional Masái Mara (Kenia) y una reserva privada ─como Sabi Sand, en Sudáfrica─. Estas últimas suelen encontrarse justo a las afueras de los parques nacionales y comparten la mayoría de sus características.
Sin cercos entre Parques nacionales o reservas privadas
La ausencia de cercos o separación física entre las reservas nacionales y las privadas, es probable encontrar una variedad y cantidad similares entre ambos. Por tanto, las diferencias no dependen tanto de lo que ves, sino de cómo lo ves. A pesar de ello, sí que hay zonas que han ganado cierta fama por su fauna local: por ejemplo, es más probable que encuentres leopardos en Sabi Sand que en otras partes del Parque Kruger.
Parques y reservas nacionales
Los parques y reservas nacionales son administrados por los gobiernos de sus respectivos países, quienes son responsables de dar mantenimiento a los caminos, controlar la caza furtiva y patrullar estas áreas naturales.
El numero de visitantes no está restringido, aunque sí el recorrido que estos pueden efectuar: los vehículos de safari solo pueden circular por los caminos delimitadosy respetando unos horarios establecidos ─lo que impide la realización de safaris nocturnos─.
Estas reservas nacionales combinan viajeros conduciendo su propio vehículo con tours liderados por guías, lo que hace que, en ciertos momentos, puedas encontrarte con otros vehículos e incluso tener que esperar para avanzar. Esta situación se agrava en destinos populares, especialmente si coincide con la temporada alta (el Masái Mara durante la Gran Migración es un buen ejemplo de ellos.
Reservas y concesiones privadas
Las reservas y concesiones privadas, en cambio, ofrecen una experiencia de safari mucho más exclusiva que te permite disfrutar de la naturaleza africana lejos de las multitudes de las áreas públicas.
Únicamente los vehículos pertenecientes a los lodges y campamentos situados en la reserva tienen permitido transitar aquí, e incluso algunos de estos campamentos cuentan con sus propias áreas donde solo sus 4×4 circulan. Los guías de safari que trabajan en estas reservas privadas también suelen ser los más experimentados y cuentan con una mayor libertad: pueden salirse de los caminos para seguirle la pista a los animales y salir por la noche, aumentando las probabilidades de cruzarse con la vida nocturna de la sabana.
Además de esta variedad de experiencias de safari, estas reservas y concesiones privadas acogen las acomodaciones más lujosas, con elegantes estancias y una excepcional oferta gastronómica. Esto hace que el precio en las reservas privadas sea más elevado aunque, en nuestra opinión, es un dinero extra que compensa.
En Rhino Africa siempre apostamos por que vivas la mejor experiencia y, por ello, te aconsejaremos alojarte en una reserva privada. A pesar de la diferencia de precio, en estas disfrutarás de una vivencia más completa, incluyendo comidas, bebidas, vehículos de safaris, guías especializados y una mayor oportunidad de avistar a la vida salvaje de la región.
Consúltanos sin ningún tipo de compromiso y empieza a hacer realidad tu sueño africano con nosotros.
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Very informative post 🙂