África es un destino lleno de posibilidades: a lo largo de su vasta extensión se pueden encontrar algunos de los fenómenos naturales más espectaculares del planeta. Al contrario que en otros continentes, en sus tierras la vida salvaje camina en libertad y su increíble geografía lo dotan de algunos de los paisajes más hermosos del mundo. Y de entre todos estos lugares, siete han llegado a ser considerados maravillas naturales.
En el año 2013, Arusha —Tanzania— sirvió como escenario para la votación que decidiría qué fenómenos naturales entrarían a formar parte de las siete maravillas naturales de África. Finalmente, los elegidos fueron el monte Kilimanjaro, el cráter de Ngorongoro, el río Nilo, el delta del Okavango, el mar Rojo, el desierto del Sáhara y la migración del Serengueti. Todos ellos verdaderos espectáculos de la naturaleza ante los que resultaría difícil permanecer impasible.
1. Monte Kilimanjaro
Al pensar en el Kilimanjaro, a muchos les vendrá a la cabeza esa icónica imagen en la que el monte se alza imponente sobre las llanuras de Kenia. Un hecho que puede llevar a confusión, ya que el monte Kilimanjaro no se localiza en Kenia, sino en Tanzania, el país vecino.
Sin embargo, la increíble altura de esta montaña hace de las planicies de Kenia el lugar perfecto desde donde poder tomar un encuadre completo de este espectáculo de la naturaleza. Con 5.895 metros, el Kilimanjaro es la montaña más alta de todo el continente africano.
A pesar de sus famosas cumbres nevadas —que debido al cambio climático se ven reducidas cada año—, lo cierto es que el monte Kilimanjaro es un volcán que ha permanecido inactivo hasta la fecha. Esta espectacular montaña está formada por tres volcanes más pequeños: el Shira, al oeste; el Mawnzi, al este; y el Uhuru, situado entre ambos.
En cuanto al turismo de la región, el Kilimajaro es mundialmente conocido por atraer a cientos de visitantes cada año con el fin de escalar hasta su cumbre. Una ardua tarea que requiere una gran forma física, así como ser un escalador experimentado. Aunque si cumples estos requisitos y decides explorar sus cumbres, es posible que consigas avistar alguna de las especies animales que habitan este monte: en sus zonas forestales es posible encontrar babuinos, leopardos, mangostas y tejones de miel.
2. Cráter de Ngorongoro
Conocido como el «jardín del Edén de África», el cráter de Ngorongoro acoge a más de 30.000 animales, entre los que se incluyen elefantes, leones, guepardos, ñus, búfalos y los gravemente amenazados rinocerontes negros. Es decir, si en tu próximo viaje lo que buscas es tener la oportunidad de contemplar con tus propios ojos a los «Cinco grandes», este singular ecosistema será el destino perfecto.
¿Pero dónde se encuentra el cráter de Ngorongoro? Una vez más, es Tanzania —en la costa oeste del continente— el país que se encarga de acoger otra de las maravillas naturales de África. El cráter forma parte de la Zona de conservación de Ngorongoro, área declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
Pero más allá de su increíblemente diversa vida salvaje, cabe señalar que el cráter de Ngorongoro constituye la caldera volcánica intacta más grande del mundo: cuenta con 19 kilómetros de ancho y ocupa un total de 265 kilómetros cuadrados.
Un paraíso terrenal para la vida silvestre, que lo convierte en el escenario perfecto para las múltiples aventuras de safari que pueden encontrarse en la región.
3. Río Nilo
Con sus 6.650 kilómetros de longitud, que se extienden a lo largo de 10 países, el Nilo ha sido considerado durante muchos años como el río más largo del mundo.
En su recorrido por el norte de África, este río baña la orilla de países como Uganda, Etiopía, Sudán, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo, Kenia, Tanzania, Ruanda, Burundi y Egipto, siendo esta última localización el final de su recorrido, al abrirse al mar Mediterráneo en el delta del Nilo —sobre el que se erigen El Cairo y Alejandría—.
Pero más allá de la desembocadura de este majestuoso río, fue su nacimiento el que trajo de cabeza a los grandes exploradores del siglo XIX. David Livingstone, ese hombre del que se dice que «puso África en el mapa», dedicó gran parte de su vida a la infructuosa búsqueda del origen del Nilo.
Por suerte, hoy sabemos que el río Nilo surge al encontrarse el Nilo Blanco —nacido en Uganda— con el Nilo Azul, que nace en Etiopía.
4. Delta del Okavango
Botsuana es uno de destinos que parecen bendecidos por la naturaleza. Y es que sus variados ecosistemas y su vasta biodiversidad lo convierten en el hogar de algunas de las reservas naturales más reconocidas de África.
Pero entre todos ellos, hay uno que destaca por encima de los demás: el delta del Okavango no sólo es uno de los principales destinos de safari del continente, sino que en 2013 fue declarado como una de las siete maravillas naturales de África. Y con motivo.
Descrito por muchos como «el río que nunca encuentra el mar«, el río Okavango recorre el noroeste del país hasta desaparecer en un laberinto de lagunas, canales de agua y pequeñas islas que se entiende por más de 15.000 kilómetros cuadrados. Un delta que surge entre marzo y agosto gracias a las lluvias que alimentan este río durante los meses previos de enero y febrero.
Considerado el delta interior más grande del mundo, el delta del Okavango goza de una increíble diversidad de especies animales. Jirafas, leones, búfalos, hipopótamos, rinocerontes, antílopes y más de 400 especies de aves consideran a estas llanuras su hogar.
Entre las múltiples actividades que pueden realizarse en la región, destacan los paseos en mokoro, un tipo de canoa tradicional en la que podrás explorar las aguas del delta junto a un experimentado guía local. Los safaris en automóvil, a pie o en barco también son una maravillosa opción para llegar a conocer este mágico lugar.
5. Mar Rojo
Aunque su nombre pueda dar lugar a error, las aguas del mar Rojo no son de este cálido color. Las teorías acerca del origen de este curioso nombre son muchas y es posible que nunca se llegue a conocer a ciencia cierta por qué esta maravillosa formación natural recibe esa denominación.
Sin embargo, lo que sí sabemos a ciencia cierta es que el mar Rojo es una de las maravillas naturales con mayor biodiversidad. Y es que a lo largo de sus 2.200 kilómetros de longitud se pueden llegar a encontrar hasta 1.100 especies diferentes de peces.
Pero no es solamente su increíble variedad de especies lo que convierte al mar Rojo en un lugar tan especial, sino su peculiaridad: un 10% de las especies que habitan en sus aguas son endémicas de este ecosistema. Es decir, no podrás encontrarlas en ningún otro mar.
A la hora de visitar el mar Rojo, el snorkel y el submarinismo son las mejores opciones para explorar sin problemas su colorido fondo marino. Desde la costa de Egipto podrás acceder a él fácilmente para contemplar sus cautivadores arrecifes y maravillarte con la belleza de nuevas especies marinas.
Un fascinante ecosistema que debemos proteger y conservar, a fin de evitar la desaparición de todas esas especies que habitan sus aguas. Recurrir al turismo sostenible y ser respetuoso con la naturaleza a la hora de visitar el mar Rojo es la única forma de preservar esta maravilla natural africana.
Desierto del Sáhara
El desierto del Sáhara es una de las maravillas naturales de África más conocidas en todo el mundo. Es más, al pensar en el continente africano lo más probable es que sean precisamente sus famosas dunas lo que nos venga a la cabeza.
Lo cierto es que, si bien África es mucho más que dunas y tierras yermas, este desierto ocupa la mayor parte del norte de este continente. El desierto del Sáhara tiene prácticamente la misma extensión que Estados Unidos o China: aunque los mapas tradicionales suelen representar a África con un tamaño bastante pequeño en comparación al resto de continentes, tan sólo el Sáhara ocupa más de 9 millones de kilómetros cuadrados.
Una vasta extensión que le ha valido el reconocimiento como el desierto cálido más grande del mundo, así como el tercer desierto más grande del mundo, después de la Antártida y el Ártico. Sí, a pesar de lo que pueda sugerir el imaginario popular, no todos los desiertos consisten en un sinfín de tierra y arena.
Pasear en camello por sus vastas dunas —que pueden llegar a alcanzar hasta los 193 metros de altura— y contemplar la inmensidad del cielo estrellado contrastando con el profundo marrón de su fina arena es posible accediendo desde alguno de los países del norte de África, como Marruecos o Argelia.
La Gran Migración del Serengueti
En un lugar como África, donde la vida salvaje campa a sus anchas como en ningún otro continente, no podría entenderse que una de sus maravillas naturales no fuese, precisamente, un fenómeno animal. La migración del Serengueti, tradicionalmente denominada la Gran Migración, es la mayor migración de mamíferos del mundo.
Cada año, las llanuras del Parque Nacional del Serengueti, en Tanzania, son testigo de la migración de más de dos millones de herbívoros hacia la reserva natural Masái Mara, en Kenia. El motivo de este espectacular movimiento en masa no es otro que la búsqueda de pastos verdes tras la llegada de la estación seca al territorio tanzano.
Aunque el Serengueti acoge hasta 70 especies de mamíferos y 500 especies de aves, son las inmensas manadas de búfalos las verdaderas protagonistas de la migración. Todo un espectáculo natural que año tras año consigue dejar sin aliento a los miles de turistas que acuden a verlo.
Las cataratas Victoria, embajadoras de las maravillas naturales de África
Declarada una de las siete maravillas naturales del mundo, las cataratas Victoria no pertenecen a las siete maravillas naturales de África, sino que sirven como embajadoras de las mismas.
Localizadas en Zimbabue y Zambia, este fenómeno natural recibe el nombre de «Mosi-oa-Tunya», es decir, «el humo que truena». Un hermoso título que cualquiera que haya sido testigo de este imponente torrente de agua entenderá a la perfección.
Descubiertas por el explorador David Livingstone en el siglo XIX, su abrumadora belleza lo llevó a pronunciar la famosa frase «Una vista tan maravillosa ha tenido que ser contemplada por los ángeles en vuelo«.
En la actualidad las cataratas Victoria han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y son el destino turístico favorito de miles de visitantes que cada año se acercan para contemplar este espectáculo natural. Safaris de lujo, exclusivos lodge y un sinfín de actividades pueden ser encontrados en los alrededores, garantizando una experiencia inolvidable.
Si después de leer esta lista tú también ardes en deseos de contemplar estas maravillas naturales de África, no lo dudes y ponte en contacto con nuestros consultores. Ellos te ayudarán en todo lo necesario para organizar el viaje perfecto.
SIN LUGAR A DUDA AFRICA ES UN LUGAR MAGICO Y SOBRE TODOS ESPECTACULAR EN CUANTO SE REFIERE A LA DIVERSIDAD DE VIDA ANIMAL CON MUCHAS ESPECIES QUE SOLO HABITAN EN SU VASTO TERRITORIO LO QUE ME PREOCUPA EN EN MUCHOS DE SUS PAISES ES LA CASA INDISCRIMINADA QUE A PUESTO EN PELIGRO DE EXTICION ALGUNAS ESPECIES ENDERMICA DE AFRICA COMO EL MAJESTUOSO E IMPONENTE RINOCERONTE NEGRO . EL TURISMO EN AFRICA PUEDE Y DEBE AYUDAR CON SUS FA LA PROTECCION DE LA VIDA ANIMAL DEL GRAAN CONTINENTE AFRICANO VIVA EL AFRICA
Os felicito, Carmen y Ricardo, por vuestra encomiable labor periodística pues derivado de ello podemos disfrutar de algunas de las maravillas de ÁFRICA.
Recibid un firme abrazo como muestra de admiración y agradecimiento.
. Seguid adelante el esfuerzo tiene frutos…
Muchas gracias por tus palabras, Efrén 🙂 Nos alegra mucho saber que compartes nuestro amor por África y que nuestros artículos resultan de tu interés Un abrazo.