El elefante es un animal que parece de otra época. Esa época en la que los dinosaurios ─y, posteriormente, sus parientes los mamuts y mastodontes─ dominaban la tierra. Tras la extinción de todos ellos, el elefante ha ocupado el trono de animal terrestre más grande del mundo y, desde sus dominios en el África subsahariana y Asia, sigue impresionando a todos los viajeros que se topan con ellos.
Hoy te contamos más sobre este inteligente mamífero de grandes orejas, miembro de los «Cinco grandes» y uno de los mayores protagonistas de cualquier safari.
1. Un animal de récord
Dentro del mundo animal, el elefante es poseedor de diveros récords gracias a su fisionomía. Es el animal terrestre más grande que existe en la actualidad: un macho puede llegar alrededor de 7.500 kilos, mientras que su altura promedio se sitúa en tres metros. Su longitud, por su parte, es de aproximadamente seis metros.
Otra característica por la que destaca es su longevidad: su esperanza de vida se acerca a los 70 años, mientras que hay casos registrados de elefantes que han superado los 80. Esto se puede deber a su cerebro, el más grande de entre los animales terrestres (con un peso de alrededor de cuatro kilos) y que lo convierte también en uno de los mamíferos más inteligentes del planeta.
2. Un animal a su trompa pegado
Si cerramos los ojos y nos piden que imaginemos un elefante, probablemente lo primero que nos venga a la cabeza sea su trompa. Además de ser un elemento muy reconocible, esta parte de su cuerpo ─fusión de la nariz y el labio superior─ cumple muchas funciones para el animal.
Respirar, emitir sonidos ─incluso infrasónicos─, recoger comida, aspirar agua ─tanto para beber como para rociarla sobre su cuerpo y refrescarse─ u oler ─otro récord más, el elefante posee el mejor olfato del mundo─ son las principales funciones de este órgano.
A pesar de no tener ningún hueso, esta trompa cuenta con alrededor de 100.000 músculos diferentes, puede alcanzar los dos metros de largo y pesar 140 kilos.
3. El hombre, su mayor amenaza
Su gran tamaño y poderío hace que apenas cuente con depredadores en el mundo animal. Los cocodrilos ─el elefante pasa mucho tiempo en el agua, donde es más vulnerable─ y los leones, solo los más valientes y cuando actúan en manada, son dos de las pocas especies que pueden dar caza a nuestros protagonistas.
El mayor peligro del elefante no se esconde entre ríos, selvas o sabanas, sino que camina a dos patas, porta armas de fuego y su único objetivo es matar por diversión, deporte y dinero. Sus colmillos de marfil siempre han sido uno de los trofeos más buscados por los cazadores furtivos que, tanto en Asia como en África, han dejado a esta especie en una situación de peligro de extinción.
Aunque actualmente la mayoría de elefantes vive en reservas naturales ─precisamente para protegerlos de la acción del hombre─, su población sigue cayendo a un ritmo preocupante. En los últimos años se calcula que la población de elefantes africanos se ha reducido en hasta un 50%.
4. El elefante en la cultura popular
Como uno de los animales más icónicos del mundo, el elefante ha estado representado por diversas civilizaciones desde hace milenos. En Asia son considerados un símbolo de fuerza, sabiduría e inteligencia, razones por las que, durante muchos años, fueron utilizados para la guerra.
Probablemente recuerdes a Dumbo, ese pequeño elefante que Disney nos regaló en 1941. Sus orejas ─las cuales usaba para volar─ se convirtieron en un símbolo que Tim Barton recuperará el próximo año con una película inspirada en este personaje.
Otro conocido elefante es Hathi. Este personaje de El Libro de la Selva destaca por su gran sabiduría y liderazgo y, a pesar de no contar con demasiado peso en la película, es un elemento clave en el libro original. Tantor ─el inseparable amigo de Tarzán─ o Lumpy ─Winne the Pooh─ son otros de los elefantes que han aparecido en la gran pantalla.
5. ¿Donde encontrarlos?
Actualmente se distinguen dos grandes géneros de elefantes: el elefante africano y el elefante asiático. Centrándonos en el primero, esta especie es capaz de adaptarse a diversos hábitats y condiciones, siendo posible avistarles en las praderas africanas, sabanas, bosques e incluso en el desierto. La gran mayoría vive en parques protegidos, aunque muchos de ellos emigran a lo largo del año.
La Reserva Nacional de Masái Mara ─Kenia, el Parque Nacional de Chobe y el delta del Okavango ─Botsuana─ o el Parque Nacional Kruger y la Ruta de los Jardines ─Sudáfrica─ son algunas de las zonas de safaris donde el avistamiento de elefantes es común. Precisamente en Sudáfrica, en el Parque Nacional de los elefantes de Addo, se encuentra la mayor concentración de elefantes del mundo.
Otras curiosidades
- Los elefantes del desierto (Namibia) han desarrollado una gran capacidad de adaptación al medio, aplicándose arena sobre el cuerpo para protegerse del sol y siendo capaces de aguantar varios días sin ingerir agua
- Las orejas de los elefantes ─al igual que las huellas dactilares en los humanos─ son únicas en cada individuo
- Estas orejas son tres veces más grandes en los elefantes africanos que en los asiáticos
- Sus famosos colmillos son utilizados para cavar, levantar troncos pesados o incluso como armas ante otros depredadores
- La dieta del elefante se compone de plantas, hojas, frutos y diversas hierbas y puede ingerir más de 300 kilos de alimentos por día, además de beber más de 60 litros diarios.
Ahora ya conoces más sobre el mayor animal terrestre del planeta. Su lento caminar, sus hipnóticos movimientos con la trompa y sus inmensas orejas están esperándote en África. Contacta con nosotros a través de la página web y te ayudaremos de elegir el destino que mejor se adapte a ti.
Felicitaciones..La nota es bastante ilustrativa…Me gustaría que estos animales nunca tuviesen que salir de su hogar. Porque su vida en los zoos nunca será lo mismo, menos en los circos de animales que detesto. Te cuento que cuando joven de regreso de la Universidad a casa un circo que se instaló por el camino, tenía a los elefantes a la vista cercados . Había un bebé elefante y dos adultos. Entonces todo un mes los veía, me detenía para hablarles y hacerles gestos de cariño con las manos. Un día, el cuidador que era colombiano de tanto que me veía, me dijo si quería acercarme al bebé elefante, abrió la reja , entre y pude acariciarlo.Los elefantes adultos me observaban. Feliz, sin embargo pude observar que todos hacían un movimiento extraño, pues se balanceaban de manera reiterativa…Luego, con los años siempre pensé que se balanceaban porque estaban estresados…
amo a los elefantes, la creación perfecta después del hombre que ha hecho DIOS.
Amo a los elefantes, hay una pagina de elefantes q me gusto
elefantes.website es buena, saludos